Por el contrario de lo que piensa la mayoría de las personas, (te lo aseguro) es que, para ser locutor o locutora con éxito, no es necesario tener una bonita, dulce y aterciopelada voz. Esto no quiere decir que cualquier persona puede pararse frente a un micrófono y va a tener buenos resultados. Vamos a entender esto mejor:
Si tienes 5 o 10 minutos antes de continuar leyendo, te invito a que enciendas el radio o prendas la TV y comiences a escuchar las tandas publicitarias como un auténtico “responsable de casting”. Fíjate en las diferentes voces de los comerciales y analiza cuántos de ellos tienen voces extraordinarias… No muchos ¿verdad? Esto sucede por lo que son las tendencias del mercado y la publicidad que fue y seguirá cambiando con los años…
Si nos centramos en los años 80, 90, e incluso a principios de la década del 2000, escuchábamos locutores con voces graves y locutoras con tonos muy seductores. Comerciales, muchas veces con locutores en cámara, en un primer primerísimo plano, llenos de presencia y seguridad, pero muy lejanos a la realidad y más a las personas que representamos el consumidor final.
Hoy en día y desde los últimos 10 años, las empresas tratan de cada vez acercarse lo más posible a los clientes (el muchacho que va a comprar ese helado, o la chica que quiere un nuevo look para su pelo) por lo tanto se dieron cuenta que para tener más acercamiento (y ventas) deberían representar en sus producciones, mucho más al cliente de lo que lo hacían, tratando de que este, se identifique al 100% con la marca, empresa, producto o servicio anunciado.
Se segmentó más al consumidor final, y de allí se logró tener un acercamiento más estrecho a él. Estrategia que se aplicó tanto a nivel visual (gráficas y video), como también al audio (música y voces).
En mi caso, y creo que en el tuyo también, comprarás un producto si algo de ese comercial te resulta familiar, emocionante o que te hace identificar contigo o a alguna situación vivida.
Como resultado de todo esto, comenzó a nacer un segmento de voces nuevas, frescas, más auténticas, como la tuya o la mía, pero con las cualidades de un locutor profesional, que hoy, son las más solicitadas.
En mi caso, y creo que en el tuyo también, comprarás un producto si algo de ese comercial te resulta familiar, emocionante o que te hace identificar contigo o a alguna situación vivida.
Como resultado de todo esto, comenzó a nacer un segmento de voces nuevas, frescas, más auténticas, como la tuya o la mía, pero con las cualidades de un locutor profesional, que hoy, son las más solicitadas.
El secreto: Profesionalidad, Continuidad y NO Dejarse Vencer.
En los 15 años que llevo como locutor comercial, he cometido muchísimos errores, incluso algunos me han hecho perder oportunidades muy buenas (de esas que no se repiten) por ser en su momento un locutor principiante e inexperto, donde me dejaba llevar más por la emoción que por la razón. Pretendo con este trabajo que no cometas esos errores y que puedas iniciarte en el mundo de la locución de tu país, como en el extranjero, de manera profesional desde el primer paso, eliminando todos los posibles errores que cometemos a la hora de buscar trabajo como profesionales del micrófono.
La dificultad más grande a enfrentar, es que los servicios que brindamos los que trabajamos con la voz y/o en producción, es que son servicios intangibles, pues vendemos algo que no se puede tocar ni ver, como es nuestra voz. A veces se dificulta la venta si no se hace de la forma apropiada, pues, la gente generalmente no quiere pagar por lo que no puede “tocar” o “ver”.
En estos años he tenido la posibilidad de grabar desde Montevideo a todo Uruguay, como también para el extranjero; desde Argentina, hasta países muy lejanos al mío, como la India, por ejemplo, además de conocer a gente muy interesante en todas las latitudes.
Quiero que tu hagas lo mismo y más, pero sin cometer mis errores del pasado, ayudarte con algunos secretos y estrategias que me permiten ser un locutor full time desde hace más de una década, pero sin que pierdas dinero en procedimientos y estrategias erróneas y otra cosa aún más importante, algo que no regresa: El tiempo
Mauro Martínez
